La introducción a la alimentación complementaria es un evento importante en la historia nutricional de todo niño, aunque ha sido y será muy controvertido debido a las diferencias que existen en cada grupo étnico y cultural.
Por eso no pretendo establecer este texto como única verdad y más porque las recomendaciones han cambiado mucho en los últimos años, sino mostrar algunas de las posiciones de organizaciones relevantes.
Entre estas tenemos a la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN), quien ha presentado un documento muy completo al respecto.
También el Instituto Nacional de Pediatría de México, quien elaboró un consenso adaptado a Latinoamérica del documento presentado por la ESPGHANen el año 2017.
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ToggleDefinición de la alimentación complementaria
Es la introducción de alimentos líquidos, semisólidos y sólidos distintos a la leche materna y a las fórmulas lácteas infantiles a la dieta de un bebé.
¿Por qué iniciar la alimentación complementaria?
Se inicia para poder cubrir los requerimientos energéticos y nutricionales que necesita un niño en etapa de crecimiento y desarrollo donde adquiere tantas habilidades, ya que la alimentación exclusiva con leche humana o artificial se vuelve insuficiente.
Entre las metas que se quieren conseguir con la introducción de la alimentación complementaria están:
- Proveer nutrientes que son insuficientes en la leche materna: un bebé a partir del sexto mes de vida, necesita necesita un mayor aporte de energía y de algunos nutrientes especiales como: hierro, zinc, selenio, calcio y las vitaminas A y D.
- Promover un adecuado crecimiento y desarrollo neurológico, cognitivo y del sistema neuromuscular.
- Promover el desarrollo normal del tracto gastrointestinal del bebé y la programación inmunológica, ya que el 80% de las células de defensas están en el intestino y la alimentación complementaria ayuda a madurar la microbiota intestinal.
- Enseñar al niño a distinguir sabores, colores, texturas y temperaturas diferentes, así como a fomentar la aceptación de nuevos alimentos y favorecer la estimulación neurosensorial.
- Favorecer el desarrollo psicosocial, y al integrar al bebé a la dieta familiar se refuerza la interrelación entre padres e hijos.
- Promover una adecuada alimentación complementaria permite prevenir factores de riesgo para alergias, obesidad, desnutrición, hipertensión arterial, síndrome metabólico, entre otras.
- Proveer nutrientes que son insuficientes en la leche materna: un bebé a partir del sexto mes de vida, necesita necesita un mayor aporte de energía y de algunos nutrientes especiales como: hierro, zinc, selenio, calcio y las vitaminas A y D.
¿Cuándo iniciar la alimentación complementaria?
Hay muchos factores que influyen al determinar el momento indicado para iniciar la alimentación complementaria, entre estos tenemos:
- La edad.
- La capacidad del niño para la digestión y absorción de los nutrientes presentes en la dieta.
- Las habilidades sociales y motoras.
- El medio socioeconómico.
- La incapacidad de asegurar un aporte energético y de nutrientes adecuado con leche materna y fórmulas lácteas infantiles.
- La edad.
Otros indicadores a tener en cuenta
Es importante tener en cuenta ciertos cambios en algunos de los sistemas del cuerpo humano que tienen una participación activa en el proceso de nutrición.
A nivel neurológico
- La pérdida de reflejos primitivos que inicialmente funcionan como protectores, entre ellos la extrusión de la lengua, (expulsión de los alimentos no líquidos con la lengua). Esto sucede entre los 4 a 6 meses.
- El desarrollo de habilidades motoras le permiten sentarse y la aparición de la deglución voluntaria.
- Ser capaz de coger la comida con la mano y llevarla a la boca.
- La pérdida de reflejos primitivos que inicialmente funcionan como protectores, entre ellos la extrusión de la lengua, (expulsión de los alimentos no líquidos con la lengua). Esto sucede entre los 4 a 6 meses.
A nivel digestivo
- Aumento gradual de la capacidad gástrica que permite ingerir mayor cantidad de alimentos.
- Aumenta la secreción de ácido clorhídrico, la producción de moco y se mejora la secreción de bilis, sales biliares y enzimas pancreáticas, facilitando la digestión.
- Mejora en la capacidad de barrera mecánica disminuyendo la entrada de alérgenos alimentarios.
- Aumento gradual de la capacidad gástrica que permite ingerir mayor cantidad de alimentos.
A nivel renal
A los seis meses el riñón alcanza cerca de 75-80% de la función del adulto por lo tanto el lactante puede tolerar mayor carga de solutos y proteínas en la dieta.
¿Qué recomendaciones se han propuesto para un adecuado inicio de alimentación?
Edad de inicio
La mayoría de las sociedades científicas recomiendan iniciar la alimentación complementaria entre los 4 y los 6 meses de vida.
Se recomienda evitar el inicio de la alimentación complementaria antes de los cuatro meses por diferentes razones, como:
- Inmadurez: en los lactantes menores de 4 meses existe una inmadurez gastrointestinal y renal para procesar adecuadamente otro tipo de alimento.
- Sobrepeso y Obesidad: en la última década se han realizado estudios y algunos encuentran asociación estadística entre obesidad en la infancia y primera adolescencia cuando se inicia demasiado pronto la alimentación complementaria.
- Alergia: diferentes publicaciones sugieren mayor riesgo de alergias alimentarias en este caso, así como el efecto protector de la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.
- Riesgo de destete: el inicio precoz de la alimentación complementaria puede ocasionar un destete temprano con las consecuencias que esto trae.
- Inmadurez: en los lactantes menores de 4 meses existe una inmadurez gastrointestinal y renal para procesar adecuadamente otro tipo de alimento.
Se recomienda evitar el inicio de la alimentación complementaria después de los 6 meses por razones como:
- Necesidades nutricionales: los requerimientos nutricionales para cumplir con las necesidades de crecimiento y desarrollo son mayores después de los 6 meses y no se logran con sólo leche materna.
- Desarrollo y adquisición de habilidades motoras: entre los 4 y 6 meses ocurren cambios madurativos importantes en el sistema nervioso para que un bebé esté preparado para iniciar la alimentación complementaria.
Es un período donde hay una gran oportunidad de ofrecer diferentes sabores y texturas pero si se retrasa este inicio puede suceder un rechazo a ciertos alimentos y trastornos de masticación y deglución. - Atopia: no hay evidencia suficiente para retrasar el consumo de alimentos alergénicos como el cacahuate, huevo o pescado más allá de los 4 a 6 meses.
- Necesidades nutricionales: los requerimientos nutricionales para cumplir con las necesidades de crecimiento y desarrollo son mayores después de los 6 meses y no se logran con sólo leche materna.
Continuación de la lactancia materna
La lactancia materna debe implementarse hasta los 2 años de edad acompañando a la alimentación complementaria.
La lactancia materna en los niños entre 6 a 12 meses puede aportar más de la mitad de los requerimientos energéticos totales y en los niños entre 12 a 24 meses puede aportar hasta un tercio de los requerimientos energéticos totales.
Se recomienda a partir del año de vida consumir leche materna o fórmula de crecimiento al día, equivalentes a 16 onzas repartidas en 2 tomas.
Hábitos de alimentación
Es importante nombrar el concepto de “alimentación perceptiva” explicado ampliamente por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el cual involucra reciprocidad entre el niño y la persona que lo alimenta. Sus principales características son:
- El cuidador o cuidadora alimenta a los lactantes directamente y asiste a los niños mayores cuando comen por sí solos.
- Aprender a identificar las señales de apetito y saciedad del bebé.
- Alimentarlo despacio, con paciencia, animándolo pero sin forzarlo.
- Experimentar con combinaciones, colores y texturas de los alimentos que pones en el plato o bandeja de la silla.
- Minimizar los distractores como las pantallas de tablets y celulares para que el bebé no pierda el interés en los alimentos, se le debe hablar al niño y mantener contacto visual favoreciendo un ambiente feliz.
- El cuidador o cuidadora alimenta a los lactantes directamente y asiste a los niños mayores cuando comen por sí solos.
Señales de hambre en los bebés
Las señales de hambre más habituales en los bebés son:
- Señala o estira los brazos hacia los alimentos y se los lleva a la boca.
- Abre la boca cuando se le ofrece una cuchara o alimentos.
- Se entusiasma cuando ve alimentos.
- Hace movimientos con las manos o hace sonidos para hacerle saber que todavía tiene hambre.
Señales de saciedad en los bebés:
Las señales de saciedad más habituales en los bebés son:
- Aleja los alimentos o los escupe.
- Cierra la boca cuando se le ofrece comida y puede manotear.
- Girar la cabeza para alejarla del alimento o niega con la cabeza
- Hace movimientos con las manos o hace sonidos para hacerle saber que está lleno.
Sugerencias para el inicio de la alimentación complementaria
- Preparar adecuadamente los alimentos y almacenarlos en un lugar limpio y seguro, también los utensilios usados para alimentar al bebé, como plato, taza y cucharas.
Vigilar que no contengan parabenos.
- Introducir los alimentos paulatinamente, con intervalo de 2 o 3 días para comprobar la tolerancia del niño.
Iniciar la alimentación complementaria con dos comidas principales al día, por ejemplo desayuno y almuerzo.
Y en cada comida consumir un alimento de cada uno de los 4 grupos de alimentos:
– Proteínas
– Carbohidratos
– Verduras
– FrutaLa tercera comida se puede iniciar sobre los 8 meses para llegar a los 9 meses con 5 comidas, 3 principales y dos refrigerios.
- Ofrecer leche materna antes y después de cada comida por lo menos durante el primer año de vida.
- Preparar adecuadamente los alimentos y almacenarlos en un lugar limpio y seguro, también los utensilios usados para alimentar al bebé, como plato, taza y cucharas.
Sobre el consumo de sal
La OMS recomienda menos de 1g de sal al día (menos de 0,4g de sodio) hasta el primer año de vida.
Y 2g de sal al día (0,8g de sodio) para los bebés entre 1 y 3 años.
Respecto al consumo de azúcar diversas sociedades científicas recomiendan evitar los azúcares añadidos y libres en menores de 2 años.
- El tamaño de las porciones depende de la capacidad gástrica del bebé y se sugiere iniciar con porciones de 15 gramos de cada alimento.
- La consistencia más apropiada para el lactante depende de la edad y del desarrollo neuromuscular.
- El tamaño de las porciones depende de la capacidad gástrica del bebé y se sugiere iniciar con porciones de 15 gramos de cada alimento.
Es muy importante incorporar los alimentos triturados antes de los 10 meses, de lo contrario se pueden presentar problemas de alimentación como rechazos o sensibilidades a ciertas texturas.
Alimentos que se deben evitar antes del año de vida
- Leche de vaca.
- Sal.
- Condimentos y edulcorantes artificiales.
- Miel de abejas.
- Café, té, aguas aromáticas
- Alimentos con soya.
- Embutidos.
- Alimentos procesados.
- Jugo o zumo de frutas.
Alimentos que pueden ser peligrosos, incluso hasta los 4 años.
- Nueces.
- Cacahuates.
- Maíz o palomitas de maíz.
- Uvas pasas.
- Arándanos.
- Uchuva.
- Cerezas.
- Tomates cherrys entre otros.
Conductas de la alimentación complementaria reevaluadas en la actualidad.
-
- Bajo aporte energético.
- Deficiencias de vitaminas: Vitamina B12, B2 y vitamina D.
- Deficiencias de minerales: hierro, zinc y calcio.
Grupos de alimentos
Frutas
No hay frutas mejores que otras para comenzar, la decisión dependerá de los gustos de la familia.
No se aconsejan los jugos de frutas por el exceso de fructosa y la pobre fibra. Si quieres saber más sobre el consumo de frutas puedes visitar este artículo -> https://lilianacamargo.com/frutas-pediatricas/
Verduras
Evitar durante el primer año de vida las verduras de hoja verde con alto contenido en nitratos, como la acelga, la espinaca o la borraja, por el riesgo de metahemoglobinemia (hemoglobina que no funciona bien), deben no ocupar más del 20% del contenido total del plato.
Cereales
Preferiblemente que sean integrales evitando aquellos que tienen miel o azúcares añadidos en su composición.
Proteínas de origen animal
Preferiblemente que sean integrales evitando aquellos que tienen miel o azúcares añadidos en su composición.
Baby Led Weaning
No quiero terminar esta revisión sin hablar un poco sobre el método de alimentación Baby Led Weaning o “Alimentación complementaria dirigida o guiada por el bebé” por ser un método novedoso y relativamente efectivo.
El BLW es una forma de alimentación complementaria en la que al bebé se le permite “dirigir” el proceso desde el principio.
Los padres deciden qué ofrecen y es su responsabilidad ofrecer comida sana, segura y variada, pero el bebé coge por sí mismo la comida que se pone a su alcance.
Así que es el bebé quien elige qué comer y cuánta cantidad.
En su versión evolucionada Bliss promueve introducir alimentos con más calorías y mayor contenido de hierro.
Ventajas
- Favorece la autonomía del niño.
- Le permite participar de la comida familiar.
- Estimula la masticación.
- Disminuye el riesgo de sobrealimentación y de obesidad.
Desventajas
- Requiere un estrecho seguimiento del estado nutricional.
- Hay riesgo de asfixia por atragantamiento.
- Existe la posibilidad de que el niño tome menos variedad de alimentos.
- Es posible que la cantidad de alimento sea insuficiente para un crecimiento adecuado.
Normas de seguridad
- Para comer el bebé debe estar erguido en su silla comedor, nunca recostado.
- El bebé debe comer siempre supervisado.
- No se deben ofrecer comidas con alto riesgo de atragantamiento, como frutos secos enteros, palomitas de maíz, uvas enteras y evitar algunos vegetales y frutas duros, como la manzana y zanahoria crudas.
Conclusiones
La alimentación brindada durante los dos primeros años de vida determina en gran medida el desarrollo de un niño.
De este proceso depende el lograr un adecuado crecimiento y desarrollo neurológico, además de un sistema inmune competente y adecuado estado de salud en general.
Así que los pediatras tenemos una gran responsabilidad al direccionar a los padres en el inicio de una alimentación complementaria sana y estos tienen el compromiso de tener buenos hábitos en casa que sirvan de ejemplo al niño.
En mi consultorio recomiendo el método tradicional, en el cual tengo mayor experiencia, pero cada día hay más padres interesados en elegir el método BLW para sus hijos.
Aunque estudios como el publicado en la Revista Acta Pediátrica Española del 2020 no encuentran evidencia suficiente para determinar cual método de alimentación es mejor.
Además afirman que son necesarios más estudios sobre el Método BLW para conocer sus efectos a largo plazo.