
El grounding, o earthing, es una práctica que consiste en conectar el cuerpo directamente con la superficie de la tierra, permitiendo el intercambio de electrones libres con el suelo. Diversos estudios han demostrado que esta conexión tiene efectos positivos en la salud infantil, contribuyendo a la regulación fisiológica y al bienestar general de los niños.
Tabla de contenidos
Toggle¿Cuáles son los beneficios del Grounding en los niños?

👉 Mejor calidad del sueño
El contacto con la tierra ayuda a regular el ritmo circadiano de los niños, facilitando un sueño más profundo y reparador. El grounding puede ayudar a estabilizar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que favorece un descanso nocturno más efectivo.
Recuerda que un sueño adecuado es esencial para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
👉 Reducción de la inflamación y el dolor
El grounding actúa como un potente antiinflamatorio natural. Se ha observado que la conexión con la tierra permite la absorción de electrones libres, lo que ayuda a neutralizar los radicales libres responsables del estrés oxidativo e inflamación crónica.
Esto puede ser especialmente beneficioso en niños con afecciones como dermatitis atópica, alergias o problemas respiratorios.
👉 Fortalecimiento del sistema nervioso y reducción del estrés
Al estar en contacto con la tierra, el cuerpo experimenta una estabilización bioeléctrica, lo que ayuda a reducir la hiperactividad del sistema nervioso simpático y a mejorar la regulación del estrés.
Se ha demostrado que el grounding aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca, indicador de un sistema nervioso más equilibrado, beneficiando a niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y ansiedad.
👉 Mejora del equilibrio y la coordinación motriz
Caminar descalzos fortalece los músculos de los pies y mejora la percepción espacial. También se ha observado que el grounding mejora la circulación sanguínea y linfática, lo que favorece un desarrollo motor más armonioso.
👉 Refuerzo del sistema inmunológico
Investigaciones han demostrado que el grounding puede optimizar la respuesta inmunológica y mejorar la asimilación de nutrientes.
Al reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea, el sistema inmune funciona de manera más eficiente, ayudando a los niños a enfermarse con menos frecuencia y a recuperarse más rápido.
¿Cómo Incorporar el grounding en la rutina de los niños?

👉 Caminar descalzos en la naturaleza
Permitir que los niños caminen descalzos sobre pasto, tierra o arena para facilitar la absorción de electrones beneficiosos.
👉 Contacto con el agua natural
Caminar en la orilla del mar, nadar en ríos o lagos naturales son formas efectivas de potenciar el grounding.
👉 Jugar al aire libre y hacer jardinería descalzos
Actividades como abrazar árboles, excavar en la tierra o cuidar un huerto sin zapatos estimulan la conexión con la naturaleza y potencian los efectos del grounding.
👉 Usar dispositivos de grounding en casa
Para quienes viven en entornos urbanos y tienen menos acceso a la naturaleza, existen mantas y tapetes de grounding que pueden utilizarse mientras los niños duermen o juegan en casa.
¿En qué patologías pediátricas es más útil el grounding?

Considero que el grounding es una herramienta valiosa en el manejo de diversas condiciones de salud infantil. Basado en los estudios revisados, estas son algunas de las patologías donde el grounding puede ser especialmente beneficioso:
👉 Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
El grounding ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo, disminuyendo la hiperactividad y mejorando la concentración en niños con TDAH.
👉 Ansiedad y problemas del estado de ánimo.
Se ha demostrado que el grounding tiene un efecto regulador sobre la respuesta al estrés, ayudando a niños con ansiedad, irritabilidad y problemas de regulación emocional.
👉 Trastornos del sueño
Al mejorar la producción de melatonina y reducir el cortisol, el grounding favorece un sueño más profundo y reparador, lo que es clave en niños con insomnio o despertares frecuentes.
👉 Enfermedades inflamatorias y autoinmunes
El grounding ha demostrado tener un potente efecto antiinflamatorio, por lo que puede ser una estrategia complementaria en niños con dermatitis atópica, asma, artritis juvenil o enfermedades autoinmunes.
👉 Trastornos digestivos y disbiosis intestinal
Se ha observado que el grounding mejora la función del sistema nervioso entérico y la absorción de nutrientes, ayudando a niños con estreñimiento, colon irritable o inflamación intestinal.
👉 Dolor crónico y recuperación muscular
Estudios han mostrado que el grounding acelera la recuperación de lesiones musculares y reduce la percepción del dolor, lo que puede ser útil en niños con dolores musculares recurrentes o problemas ortopédicos.
Consejos para un entorno más saludable
- Reducir el uso de dispositivos electrónicos, especialmente antes de dormir.
- Desenchufar electrodomésticos en la habitación y apagar el WiFi durante la noche.
- Priorizar el contacto con la naturaleza y el juego al aire libre.
Opinión desde la pediatría integrativa

Considero que el grounding es una práctica natural, sencilla y muy beneficiosa para los niños. Incorporarlo en su rutina diaria favorece su bienestar físico y emocional, ayudándolos a reconectarse con la naturaleza y a regular su sistema nervioso en un entorno cada vez más acelerado.
En una era digital en la que los niños están expuestos constantemente a radiaciones electromagnéticas, el grounding surge como una alternativa fácil y eficaz para mitigar los efectos negativos de la tecnología.
Fomentar este hábito desde la infancia es una inversión valiosa en su salud presente y futura. ¡Volvamos a lo esencial y permitamos que los niños disfruten de los beneficios de la Tierra!